Navegando por las profundidades de internet, me he encontrado con esta joya de animación de Bjorn-Erik Aschim que no puedo más que compartir. Son muy pocos los ejemplos que encontramos hoy en día que nos proyecten a un futuro mejor, exciten nuestra imaginación y nos hagan soñar y en este caso ha sido una marca comercial la que ha querido asociarse a una «ecotopia».
“Dear Alice” es una carta de amor de una abuela a una nieta y una visión optimista del futuro de la agricultura. Es una mirada nostálgica hacia una nueva era de la agricultura, con fondos bellamente elaborados, animación delicada y una partitura completamente única del compositor de Ghibli (y leyenda absoluta) Joe Hisaishi.
Eso sí, parecería que se quiere proyectar una vida sencilla a la vez que una tecnología sofisticadísima, pero tiene pinta de que en el futuro podamos mantener la complejidad y sofisticación de la tecnología que aparece en él debido a la creciente escasez de materiales clave, el inevitable descenso energético que se nos viene. De hecho, parece que la tecnología más avanzada tal como se entiende hoy no es neutra sino que resulta difícilmente sostenible y además favorece la desigualdad. Toda esa tecnología ¿estará hecha también por robots? Las enormes cantidades de minerales que requiere ¿son extraídos sin trabajo humano? La energía que la hace funcionar ¿es completamente sostenible? Y ¿cómo están las megalópolis del Sur Global como Lagos o Kinsasa? ¿O lo que aparece en el video es una ciudad de, pongamos, EE.UU?
Bueno, me quedo con el sentido comunitario, la ausencia de coches y lo acogedor que parece el mundo en él.
Ecotopias: Nuevas narrativas para una crisis no solo climática 
Deja una respuesta